La normativa alemana de ahorro energético (EnEV) es uno de los instrumentos más importantes existentes en Alemania para garantizar el cambio de políticas en materia de energía y clima. La nueva EnEV entrará en vigor durante el año 2017 y definirá los estándares alemanes de mínimo consumo energético. Esta nueva política afectará no solamente a edificios del sector público, sino también a edificios particulares nuevos. Sin embargo, existe un sector crítico que prevé un incremento en los costes en la construcción de este tipo de edificios.

Antecedentes

La EnEV de 2017 es la reacción por parte del gobierno alemán a la legislación actual de la UE, es decir la "Directiva de Edificación de la UE", aprobada en 2010. Este documento estipula que los 28 estados miembros deben garantizar que a partir del año 2021 todos los edificios puedan categorizarse como "edificio de consumo energético casi nulo", que define las construcciones que no necesitan energía para funcionar. La metodología de implantación de esta normativa es responsabilidad de cada país. Esto significa que Alemania también está obligada a introducir regulaciones enfocadas a aplicar las disposiciones de esta directiva. Una de las disposiciones de la Directiva de Edificación de la UE es la presentación de un borrador de ley a principios de 2017. Así pues, con este propósito se redactó la EnEV de 2017. Por otro lado, aprovechando esta oportunidad, el gobierno alemán también ha simplificado su política y planes en materia de energía para combinar sus regulaciones de ahorro energético con el acta de generación de calor mediante energía renovable.

Contenido

La nueva regulación de ahorro energético estipula que los nuevos edificios deben adherirse a regulaciones que garanticen un mínimo consumo energético. En la actualidad, se ha hecho una distinción entre edificios públicos y comerciales. Se aplicará el siguiente calendario para el proceso de implementación de edificios de consumo energético casi nulo: - a partir de 2021 para edificios de uso comercial,
- a partir de 2019 para edificios públicos nuevos.

Los edificios de consumo energético casi nulo se caracterizan por requerir un consumo energético neto casi nulo para llevar a cabo funciones de calentamiento, ventilación, enfriamiento, y proporcionar servicios como el agua caliente. Actualmente, ya disponemos de la tecnología necesaria para implementar este tipo de instalaciones. A través de los proyectos piloto se ha demostrado que en todos los casos el concepto básico es intrínsecamente el mismo: edificios bien aislados, una superficie envolvente y compacta, grandes espacios interiores y uso de radiación solar. Adicionalmente, también pueden estar dotados de sistemas de ventilación controlada con recuperación del calor, que proporcionan agua caliente a través de bombas de calor geotérmicas y un sistema solar térmico.

Los edificios de consumo energético casi nulo deben entenderse como precursores del concepto de casa con consumo energético cero. En una casa con consumo energético cero, el consumo energético del exterior se ve completamente contrarrestado por la producción media de energía durante el año. Por otro lado, también se puede dar el caso de que la casa produzca más energía de la que necesita, que entonces pasaría a llamarse casa plus energía. Por último, si un edificio no necesita utilizar nunca energía del exterior, entonces pasará a llamarse casa energéticamente autosuficiente. La energía necesaria para la construcción de la casa no se tiene en cuenta para las especificaciones de los estándares energéticos.

Rentabilidad

El anuncio de la nueva política EnEV ha conllevado la aparición de sectores más críticos que atribuyen a la implantación de las regulaciones energéticas un potencial incremento de los costes de construcción. No cabe duda de que actualmente la planificación y ejecución de proyectos de construcción de edificios supone un reto mayor. No obstante, tomando como ejemplo el desarrollo de este tipo de proyectos en países vecinos, como Dinamarca, o en proyectos ya culminados en la propia Alemania, se ha puesto de manifiesto que la preocupación por la subida de los costes era infundada en la mayoría de los casos.
La comisión para la reducción de los costes de construcción ha subrayado que, actualmente, el mayor factor de coste en el sector de la construcción es la interacción entre oferta y demanda. Mientras va incrementando día tras día la necesidad de espacios habitables, sobre todo en urbes en las que la oferta se encuentra a niveles mínimos, los tipos de interés son cada vez más bajos. Este escenario conduce a la subida de los precios de las propiedades inmobiliarias y sus servicios asociados. El salario mínimo y la subida de los cargos públicos también son factores que tienen un fuerte impacto en el coste de la vivienda.

De conformidad con los hallazgos del Instituto de Aislamiento Térmico de Munich, la última enmienda de la EnEV ha provocado un incremento del coste de la construcción de un 3,2 %. Sin embargo, también ha significado una reducción de un 25 % del requerimiento energético.

Si los resultados del EnEV de 2017 se asemejaran a los datos arrojados por estos resultados, podríamos clasificar la política de "rentable". Por experiencias anteriores se sabe que existe un efecto de curva de aprendizaje ligado al uso de los componentes del edificio, lo que significa que a los usuarios les toma cierto tiempo el aprendizaje de las nuevas leyes y estándares. Por esta razón, los componentes del edificio mejorados energéticamente van adquiriendo mayor rentabilidad con el paso del tiempo, y sus costes se van regulando de nuevo.