La eficiencia de la ventilación mecánica no se basa solamente en la recuperación del calor


May 5, 2020

En Reino Unido, la normativa de construcción prescribe un nivel de aislamiento de 5m3/m2/hr@50pa. Si deseamos mantener, como mínimo, este valor y además preservar la estructura del edificio y contar con un entorno saludable para los ocupantes del edificio debemos introducir un sistema de ventilación controlada.

La eficiencia de sistemas de ventilación mecánica dependen de un gran número de factores: en primer lugar, de la recuperación del calor del aire viciado que se está expulsando del edificio. La eficiencia en el intercambio de calor de los sistemas de ventilación mecánica con recuperación de calor (MVHR) oscila en un rango entre el 70 % y más del 95%. Estas son las cifras que más se muestran en la publicidad y se mencionan en las estrategias de ventas, pero hay muchos más factores que pueden influir en la eficiencia de un sistema de ventilación mecánica.

Muchos sistemas de ventilación mecánica modernos utilizan ventiladores de corriente continua de bajo consumo y alta eficiencia energética, con impulsores centrífugos curvados hacia atrás, y cualquier resistencia al movimiento del aire provocaría un incremento en el consumo de estos ventiladores.

Los conductos deben construirse idealmente y si es posible con materiales rígidos o semirígidos.  Los conductos más flexibles deben utilizarse solamente para conectar conductos rígidos a terminales de habitación o a una unidad de ventilación a fin de solucionar problemas de desalineación o separación acústica. Debe mantenerse a un máximo de 300 mm y el conducto también debe instalarse y fijarse siempre al 90% de su longitud máxima. Cualquier conducto que esté conectado al exterior de la propiedad, así como cualquiera que atraviese un espacio frío como un altillo sin aislamiento, debe aislarse para evitar la condensación y el daño potencial al ventilador y los filtros. Los filtros y las rejillas de entrada y salida de aire también deben revisarse periódicamente para detectar la acumulación de suciedad.

En lo referente al suministro eléctrico para hacer funcionar el ventilador, la mejor opción es tener en cuenta la estructura de la propiedad y diseñar la red en consonancia, procurando que tenga la longitud y las curvaturas mínimas, y que, simultáneamente, presente un diámetro mínimo de al menos el mismo tamaño que la espita del ventilador y sea también apropiado para la tasa de flujo de aire requerida para esa parte de la vivienda.

El aire de salida siempre debe provenir de las áreas de más humedad como baños, cocinas o galerías. También es importante asegurarse de que el aire de reemplazo pueda entrar a la habitación. En el caso de los ventiladores de extracción, esto puede realizarse a través de una apertura del tamaño apropiado en la ventana, un ladrillo hueco en la pared o un espacio debajo de la puerta. Sin embargo, los sistemas MVHR dependen de la hermeticidad de la estructura del edificio y del correcto equilibrio entre los movimientos de aire en los terminales de salida y los de entrada. Para ello, se requiere una vía de paso de aire entre las habitaciones, generalmente en forma de una apertura de unos 9 mm en una puerta de 838 mm.

En cualquier sistema de ventilación, si no se permite la libre circulación de aire, ya sea en el lado de extracción o de suministro del sistema, el ventilador utilizará más energía y el sistema será mucho menos eficiente.